La promoción empieza de puta madre: con un tuit en la medianoche de un 2 de agosto. Noites de agosto, parece que non fósemos tan feos.
Quedan ya lejos aquellos párrafos pasados por el subrayador y el filtro Valencia con los que Xacobe Pato inició su andadura en Instagram, donde durante años ha estado compartiendo anécdotas, lecturas, reflexiones y recuerdos. Publicaciones que tuve la inmensa fortuna de disfrutar casi desde el principio y cuya calidad le permitió ir ampliando su público, momento en el que comencé a distanciarme de ellas por dos motivos: no soporto Instagram y no llevo nada bien que la gente comparta mis gustos. Quien sí obró inteligentemente fue Belén Bermejo, una mujer de la que cada acción que leo es más increíble que la anterior; este libro no habría sido posible sin un correo electrónico que ella envió en marzo de 2019, quizá el único correo que se haya enviado a un dominio de hotmail en el último lustro.
Por mi parte, como soy más de Xaco que de Sabina, siempre acababa volviendo a unas entradas en las que se entrecruzaban el presente y el pasado, pero en las que apenas se rozaba el futuro. Un futuro al que esta vez se nos remite desde el título, pues él sabe bien que ahora nada le resultará más fácil que ser feliz mañana, un mañana que ha ido labrándose a base de recuerdos perfectos.
No conocía a este escritor pero ya reservé el libro, Capi. Y es cuenta de hotmail, no dominio!
Yo no tengo instagram pero sí que me apunto el libro